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Celebraciones

por | Actualizado el 13/06/16 a las 13:02

Hace unos meses se celebró en Madrid (Universidad Rey Juan Carlos) la I Cumbre Atlántica de Promoción de la Salud y Educación para la Salud.  Esta Cumbre, organizada por Fundadeps, la Organización Panamericana de Salud (OPS) a través de su centro colaborador (La Universidad de Puerto Rico) y la propia Universidad Rey Juan Carlos, se convirtió en un verdadero foro de referentes, tanto académicos como profesionales, de toda España, Estados Unidos y América Latina, bajo la Presidencia de Honor de D.ª Rebeca Grinspan como Secretaria General Iberoamericana y ante los embajadores de más de 30 países. 

No pretendemos ser reiterativos en un acto de estas características pero fue la primera vez en más de 50 años que se pudo referenciar no solo a los /as profesionales que han hecho historia en la defensa y proyección de la Promoción y la Educación para la Salud (como María Sáinz, Carmen Gallardo, Ildefonso Hernández, Hiram Arroyo, Dora Cardacci, María Novo, Alfonso Contreras, Ramón Aguirre, Mª  Cruz Molina, Concha Colomo,  Ángel Lizcano, Dolors Juvinyá, Juan Carlos March, Marko Akerman, Carlos de la Cruz, Miguel Costa, Ernesto López, Alfonso Antona, José Joaquín Gutiérrez, Rosa Queral, Estela D´Angelo, Pilar Sánchez, Javier Gallego, Juan Carlos Duro, Ana Cepero, Luisa Lasheras, Lucía Mazarrasa…) sino también a los/as jóvenes profesionales que están  renovando la EpS desde las tecnologías y las Redes Sociales como herramientas de  trabajo entre sus colectivos de intervención: Laura Monsalve, Raquel Hurtado, Mª Jesús Miranda, Verónica Jimeno, Eva Tizón, Mª Antonia Sánchez, Nieves Cáceres Teresa Gómez, Marta Ampuero, Isabel Soriano, María Fernández, Tania Menéndez, Hernán Diaz, Diego Villalvilla, Guillermo Fouce, Paula Sande, Manuel Nevado, Irene Tato, Ana Muñoz, Marta Gil y Natalia Rubio, entre otros.

A pesar de este esfuerzo, las Administraciones siguen sin entender que la Promoción de la Salud y la Educación para la Salud son fundamentales para reducir los costes sanitarios, como se ha demostrado en cientos de estudios y programas comunitarios, además de mejorar la calidad de vida de la población y evitar las enfermedades con causa de muerte evitable o invalidantes.

Trece paneles y mesas redondas, con más de 40 ponentes, dieron mucho de si en la Cumbre Atlántica. En un solo encuentro se pudo hablar de Universidades y Escuelas Promotoras de Salud; el papel de las Tics en el ámbito de la Salud, Cronicidad, Juventud y Madurez; la Salud desde la perspectiva de Género, y nuevos temas que son el futuro de lo que llamamos Salud Integral, como es la Medicina Predictiva y la Medicina Personalizada. Pensamos que nunca hasta ahora la EpS ha entrado de lleno en una nueva era donde los retos de profesionales y pacientes asumen, con toda su carga de pragmatismo, el empoderamiento del conocimiento y de la comunicación. 

Si el futuro es ese, esperamos y deseamos que nosotros, como profesionales de la salud, nos pongamos manos a la obra y certifiquemos, desde nuestras redes colaborativas, que el futuro no es hoy, ni mañana, porque el futuro lo acabamos de inventar entre todos desde la experiencia de nuestros maestros y maestras y con la constancia y el entusiasmo de nuestros/as jóvenes profesionales.

Son muchos los programas que se han desarrollado con los años en España, y han servido de “modelo” para su ejecución con el apoyo de organizaciones como OMS, OPS, UIPES, UNICEF, UNESCO, FAO y Unión Europea… Programas como el de Salud Buco-Dental, desarrollado por el Ayuntamiento de Madrid bajo la dirección de Miguel Costa y Ernesto López; o las sucesivas campañas de Prevención del Vih-Sida desde el Servicio de EpS del Ministerio de Sanidad que dirigía la Dra. María Saínz; o el Primer  Programa de EpS en la Escuela y las primeras Guarderías infantiles, obra de la incipiente ADEPS; los Programas Comunitarios de Salud en Los Barrios, la formación de médicos y enfermeras como una constante en el desarrollo de la EpS; las Campañas contra el consumo de drogas que acompañaron a la creación de cientos de organizaciones en barrios, pueblos y ciudades; o las dirigidas hacia las familias, desde la prevención, apoyando la vacunación infantil.  

De todo esto se habló en la Cumbre Atlántica de una manera emocionada, recordando a los que ya no están con nosotros. Y de todo esto tenemos que aprender para no olvidar, porque el olvido no deja de ser una forma más de vivir ajenos a una realidad que, a veces, nos supera, y otras, las más, intenta imitarnos.</
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